Puente (7)
Cuando la lluvia azota fuerte, me refugio bajo el puente del río seco de lágrimas.
Al final no quedará ningún puente entre nosotros, ni río, ni siquiera tú, yo, nadie.
No te resignes a vivir bajo un puente, puedes alzar el vuelo, levantar la vista y
cruzarlo cuando te dé la gana.