lunes, 2 de enero de 2023

Relato 458

 

                                           Predicador

En la plaza había un corrillo de gente alrededor de un tipo que predicaba algo sin ir vestido de predicador y me acerqué a mirar. Yo iba al médico de cabecera con media hora de adelanto y me picó la curiosidad. El hombre hablaba y gesticulaba desde un montículo del césped y a medida que me acercaba la gente que le rodeaba se marchaba, meneando la cabeza. El que predicaba insistía en el gran engaño de las vacunas. Las vacunas os matan, nos matan, decía. Aseguraba que eran tóxicas para los seres vivos porque contenían un veneno llamado óxido de grafeno que coagula la sangre y que mataban poco a poco como los raticidas. Vi una rata de larga cola que asomaba la cabeza por la rejilla de una alcantarilla y huía. Yo estuve a punto de hacer lo mismo, pero por alguna extraña sinrazón seguí ahí, escuchando: “Hay un plan oculto, un plan exterminador para acabar con la humanidad tal como la conocemos e instaurar un ser híbrido, entre humano y tecnológico a base de microchips llamado transhumanista.” Ya tuve bastante y me fui. Aún le oí decir: “El engaño es global, todos los gobiernos e instituciones internacionales están junto con farmacéuticas, sanitarios y juristas metidos en el ajo.” Insoportable.

El médico me dijo que los análisis habían salido bien, salvo los hematíes que estaban aglutinados.

¿Será por la vacuna? le solté a bocajarro sin pensar en nada.

El tipo enrojeció.

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