lunes, 22 de abril de 2024

Relato 526

                                           Tatuaje

El rudo marinero clavó el tatuaje del ancla a una mujer de buena reputación y se fueron ambos a la naviera, a echar unos cabos sueltos, pelillos a la mar. Regresaron de madrugada, cuando el sol salía, por separado, marcados de por vida.



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