martes, 11 de julio de 2017

Relato 172

                                     Bum-bum

 En el fuego se crispan palabras —amor, amigo, sentimiento— patatas fritas, crujientes, retorcidas, incomibles. La mano sabia socava corazones, no sangran, no palpitan, no baten alas, murciélagos en guano encerados, putrefactos. Zanjas de venas preñadas de miedos, alejamientos de sí mismo, traiciones, olvidos, enajenaciones, extrañamientos. Han olvidado a latir, lo han olvidado, sólo eso. Insomnio temporal, noche hiriente, nudo gordiano, la preñez estallará un día u otro, inevitable, el corazón revienta, en esta vida o en otra, si no la muerte en vida, la no vida. Todos sienten, nadie sabe, ni los presentimientos, del dolor del pecho, llamarada ardiente, tanto da si la encubren o huyen, hay esperanza, acabará explotando la noche viva. Entonces se iluminará el viejo trigal sagrado, el pan del cada día, bum-bum, todos a la mesa.       


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