"Noche"
—¿La primera vez?
—Sí, ¿y tú?
—No, llevo unas cuantas, como
una docena.
—¿En Montserrat?
—Sí, siempre aquí. Es una
montaña sagrada, un centro de poder de conexión entre alienígenas y humanos.
—¿Y habéis visto algo?
—Algunos sí y lo han fotografiado,
pero yo no, hasta ahora.
—Debe ser alucinante.
—Sí, debe serlo.
—Sois bastantes.
—Sí, algunos vienen desde hace
tres años.
—¿Siempre en noches de luna nueva?
—Salvo cuando llueve, que
entonces no venimos.
—Hace relente.
—Sí, estira un poco la manta.
¿Tú crees en los ovnis?
—Yo estoy aquí por mi primo,
aquel larguirucho de allí.
—Pero, ¿crees o no?
—Creer, ¿ayudaría?
—Claro.
—Yo creo en la vida universal
e inteligente, no podemos ser los únicos seres vivos del mundo. La noche me
subyuga, me llena de temor, me asusta. Ha de haber algo más, vida
extraterrestre. No podría soportar tanta soledad.
—Ni yo. Igual somos todos extraterrestres. ¿Ves
aquel de la barba?
—Sí.
—Es un pleyadiano. El que
organiza toda esta movida. A él le dijeron telepáticamente: iremos a Monserrat en noches de luna nueva.
—Aquello que brilla tanto, ¿son
las Pléyades?
—No. Es el planeta Júpiter y
el puntito rojo que tiene al lado es Marte.
—Me parece que se mueven.
—No, nos movemos nosotros con
la tierra.
—Es todo tan misterioso.
—Sabes que hay puntos radiantes
que vemos que ya no existen y puntos que aún no vemos pero que existen en algún
sitio. Son mundos desconocidos.
—Me fascina y me aterra la
noche. Esta cúpula me empequeñece.
—Sí, empequeñece. Nos creemos
dueños del planeta y somos briznas de hierba de la montaña mágica.
—¿Rumbo a...?
—Montserrat. ¿Es la primera
vez para ti?
—Sí. ¿A qué vamos?
—A reactivar la mutación
genética de los humanos en su origen, actualizando los registros akásicos. Hay
que ir y aparecer de vez en cuando igual que sucede con los milagros para que
surtan efecto. Nos esperan. Los humanoides han perdido la trascendencia y el
norte. Ir antes que se destruyan y acaben con las cuatro primeras dimensiones y
nos quedemos solos y sin continuidad en este multiverso.
—¿Como hizo Moisés?
—No, ahora es distinto. Esa
civilización ha alcanzado lo cuántico, aunque sigue ignorando su proyecto de
vida global. Somos hermanos lejanos. Nos necesitamos. Todos somos hijos del
mismo polvo estelar.
—¿Cuál es exactamente nuestra
misión en Montserrat?
—Despertarles del sueño
terráqueo. Allí hay de los nuestros. Avivaremos el programa de la reminiscencia
cósmica con la poderosa palabra que corresponde a esta quinta raza raíz, la palabra
que alienta el sentimiento de unidad sideral. Cada vez que la mencionen se les excitará
automáticamente en el hipotálamo el recuerdo original de pertenencia a un
organismo vivo, al Supraversal.
—¿Y la palabra clave para este
planeta es...?
—"Noche".
—En marcha, pues.
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