martes, 1 de mayo de 2018

Relato 214


                                        Llueve

No te asustes, mi niña, eso que oyes son truenos, eso que ves son relámpagos, eso que cae es lluvia. La lluvia es buena para todos, para los campos, los árboles, las plantas, y también para las personitas como tú y como yo. La lluvia, hija mía, rejuvenece el verde, renueva corazones, limpia calles y aceras, y llena de alegres sonajeros ríos y pantanos. Esa lluvia se convertirá en el agua que bebamos, hijita, la necesitamos para vivir, nos  alimenta, purifica y sana. Ven a mis brazos, mi niña, deja de llorar, abrázame fuerte, se te pasará el miedo, con mamá estarás segura. Ven y veamos bien juntitas el espectáculo de la vida.    

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