Llueve
No te asustes, mi
niña, eso que oyes son truenos, eso que ves son relámpagos, eso que cae es
lluvia. La lluvia es buena para todos, para los campos, los árboles, las
plantas, y también para las personitas como tú y como yo. La lluvia, hija mía, rejuvenece
el verde, renueva corazones, limpia calles y aceras, y llena de alegres sonajeros
ríos y pantanos. Esa lluvia se convertirá en el agua que bebamos, hijita, la
necesitamos para vivir, nos alimenta,
purifica y sana. Ven a mis brazos, mi niña, deja de llorar, abrázame fuerte, se
te pasará el miedo, con mamá estarás segura. Ven y veamos bien juntitas el
espectáculo de la vida.
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