Visionario
Mi
abuelo David era un visionario.
Pintaba
paredes y dibujaba rápido y bien. Captaba las almas.
Hablaba
poco, pero sus palabras eran certeras como puños.
Tenía
los ojos saltones, la risa fácil y una calvicie resplandeciente.
Republicano
de pura cepa y represaliado en la época franquista.
Cuando
me miraba sentía que me radiografiaba los huesos.
Predijo
el día de su muerte, hoy hace treinta años.
De
visita al hospital por una revisión de cataratas, cayó al suelo fulminado.
Un
infarto, nadie pudo salvarlo, ningún médico. Él lo había anunciado.
Como
despedida dedicó a cada uno de sus familiares unas caricaturas amables unos
días antes.
En
la mía además escribió:
“Catalunya
será una republica independiente en el 2025.”
Y
ahí estamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario