martes, 18 de noviembre de 2014

Relato 34

                                   Enamorado

Enamorado de un torbellino de mujer. A mi pesar. Déjame espacio ―le digo, pero ella no sabe qué significa esto. Tan orgullosa de mí que me lleva a todas partes, me exhibe como un trofeo de caza. Este es mi novio, del que ya os he hablado ―me presenta― Eduardo, bueno, Edi. Entonces yo trato de estar a la altura de sus amistades, y de ser ingenioso y divertido, para complacerla. Cada vez el listón está más alto. En el baile se me aferra como una leona, ella, una niña de apenas dieciséis. Pocos más yo, diecinueve. Me da corte, me lo pone muy fácil. Podría aprovecharme, huele a jazmín, llevarla a un rincón oscuro de la sala, besarnos con la lengua hasta donde nos diera la gana, acariciar nuestros cuerpos bajo la ropa, dar rienda suelta a nuestro amor febril, a nuestro enamoramiento, magrear sin límites nuestra adolescencia hasta el anochecer. 
      Sin embargo, tengo miedo, le digo: Isa por favor, no me atosigues, déjame espacio, dame un respiro, pero ella no sabe qué significa esto. Juro que la amo. En el cine la rodeo con mi brazo, ella me deja hacer, le desato los botones superiores de la blusa, ella deja hacer, la miro y sin mirarme sonríe, con los ojos fijos en la pantalla, veo que en silencio dice: sigue. 
      Sigo, experimentamos, le alcanzo el sostén, la miro, ella a la película, sonríe, no me pone freno, introduzco mis dedos, siento la calidez de su piel desnuda, la miro, ella calla, sonríe atenta a la pantalla, cierra los ojos, se deja llevar por el embrujo del amor, le acaricio el seno, su seno izquierdo, ella se relaja, se hunde en el asiento, me deja hacer. La beso, es tan complaciente, esboza una sonrisa de aprobación, sigo friccionando su seno bajo la ropa, tierno, caliente, convulso, está tan enamorada que me da miedo, estoy tan excitado que me da miedo, tiemblo, me detengo, retiro el brazo, podría haber ido lejos, mucho más, esta mujer torbellino me lo está dando todo y a mí me entra el pánico. 
     Prisioneros del amor, sin espacio, abrumado, demasiado jóvenes, aquel día a la salida del cine la dejé sin una explicación, sin un sencillo lo siento. Como éste.

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