Advertencia
Sigue ocupando el centro de interés de la
sala, nada excepcional dada su naturaleza presumida y fanfarrona. Familiares,
amigos y acompañantes le rodeamos. Agapito se mantiene sereno con su bigote
abultado poblado de canas que le oculta unos labios encabritados. Le han puesto
las gafas negras de pasta y va peinado con la raya en el lado izquierdo,
seductor como siempre. Viste el traje azul de sus mejores días, impecable, con
una corbata a juego de topos grises y amarillos, y permanece inmutablemente
muerto dentro de la caja con la tapa a un lado. Hay muchas coronas de flores en
su derredor con mensajes de recuerdos entrañables y de gran estima. Entreveo la
mía: “a mi amigo del alma GÁPIT, siempre conmigo.” —dice. Éramos más que
hermanos, no en vano nos conocíamos desde niños. Era un personaje muy querido y
conocido en Sicilia y su muerte nos ha consternado y ha convocado allegados
incluso del continente. Nosotros le lloramos, su esposa solloza y trata de
consolar a sus dos hijos, apenado y consternado el mayor, mientras el pequeño,
de tres, se mantiene revoltoso en brazos de la abuela. En voz baja y lastimera
comentamos su irreparable pérdida y sus generosas bondades. Tan joven, —dicen—
a sus cuarenta y seis. De la huella del balazo en la cabeza no queda ningún rastro y es
obvio que los de la funeraria han hecho un buen trabajo. Estamos todos
aparentemente muy afligidos por su inesperada muerte pues lo habían asesinado
hacía tan sólo un par de noches en el dormitorio de su casa. Según su esposa a
las diez de ese fatal día estaba vivo; habló con él por teléfono —no te
preocupes, venid mañana, quedaros, no hace tiempo para viajar— dice que le
dijo. Según los forenses la muerte sucedió entre las once y las doce de aquella
misma noche. Así que todo fue muy rápido. Investigaciones preliminares sugieren
que en el momento de los hechos parece que el interfecto se encontraba en la
cama con alguna fulana y ésta le disparó a quemarropa para saldar —dicen—
alguna vieja deuda. Encontraron huellas de carmín que se habían limpiado mal en
uno de los vasos de la mesita. Agapito era un hombre poderoso con muchos amigos
y algún que otro enemigo. Pocos, ciertamente, pues él mismo se había encargado
de ir mandando eliminarlos.
La policía habla de un ajuste de cuentas y en apariencia no está
demasiada interesada en hacer más pesquisas.
Desconoce que he sido yo, uno de sus mejores amigos, quien lo ha baleado
y espero no lo descubra nunca. Dispongo de una buena coartada. En el momento de
su muerte me encontraba con mi mujer en nuestro dormitorio, ella ha testificado
a mi favor; más le vale. No podría
confesar que era ella quien estaba con Gápit en la noche de su muerte. Se
entendía con él, la muy zorra. Me debe la vida, lo maté por falso, se lo
merecía, me faltó a la verdad. Irrumpí en su nido inesperadamente y sin decirle
nada le disparé una bala certera entre los ojos y me llevé a mi mujer como
coartada, limpiando las huellas. Se burlaba de mí, el muy desgraciado, ella me
engañaba, seducida por sus encantos. Así que me salva la vida, salvándosela a
ella. Tengo muchos contactos. Era un creído de mala madre, un cerdo que sólo
pensaba con la polla, que aún teniendo esposa e hijos se entendía con
cualquiera. Mirad, ¡cómo están llorándole a ese miserable adúltero, hipócritas
desconsolados! Todos sabíamos que era un mal tipo, alguien despreciable, sin
palabra. Me juró solemnemente ante la virgen que con mi mujer no se acostaba,
me engañó y entre amigos la palabra es sagrada; no soporto la deslealtad, no he
hecho más que poner las cosas en su sitio. Tiré el revólver, un Mágnum del veintidós,
en el pozo que conecta con las aguas subterráneas, donde jamás podrán
encontrarlo. El muy canalla permanece aquí en medio de esta sala robando
nuestra atención y tiempo y le lloriqueamos, pero me compensa, en silencio río
por dentro mi venganza. Cuando esto pase, mañana mismo, y lleguen las
votaciones me pondrán como nuevo jefe. No son más que negocios. Se lo confieso
a ustedes pero si quieren mantenerse vivos, por su bien no me delaten; lo
sabría en seguida en la red y les va su vida y la de sus familiares ¡Están
advertidos!
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