martes, 10 de octubre de 2017

Relato 185

                                          Oficial

Uno de octubre de 2017, Barcelona.

22h. He vuelto al camarote a las nueve, me han relevado, un domingo duro, para olvidar, no me siento las piernas ni las manos, estoy agotado. He pasado media hora en la ducha, el agua ya salía fría, lo necesitaba, para quitarme toda la mierda de encima, purificarme o algo así. No lo he conseguido, continuo con tensión. Antes he intentado hablar con Dolores, ahora, otra vez, pero las líneas siguen saturadas, esto es una locura, ni se imaginan en casa. Me preocupa  Manolito, ¿qué le habrá dicho el médico?, ¿será leucemia? Dios no lo quiera. ¡Dios mío, ayúdanos!  A por ellos, decían, qué fácil decirlo, qué distintas se ven las cosas desde casa, a por ellos hemos ido, vaya que sí, alguien ha de encargarse del trabajo sucio. Acato órdenes y como oficial he de hacerlas cumplir. Me va el sustento. Hemos dado palos que ni te cuento, me duele todo el cuerpo, pero esa pobre gente erre que erre. Tiemblo.


23,30h. ¡Gracias, Dios mío! Dolores dice que los médicos han descartado leucemia, que es una bacteria en los pulmones que no deja respirar a mi niño, que estemos tranquilos, que ha empezado un tratamiento y se pondrá bien. ¡Gracias! Le he dicho la verdad, que estoy molido, que tengo ganas de volver a verla, pero que no sé cuándo, que esto se ha descontrolado, los catalanes dan por bueno el sí del referéndum, ya es oficial el resultado y van a proclamar la independencia de Cataluña en las próximas semanas. ¡Dios mío, ayúdame! No sé cuándo podré volver a verte, amor. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario