Discusión
—Fue él quien puso el
herbicida total a los árboles, ¡se lo vi hacer!
—No sabe lo que está diciendo,
no le hagáis ni caso.
—¡Cómo que no sé lo que estoy
diciendo! ¡Cómo se atreve!
—Yo amo los árboles, pero en
este jardín comunitario están de más y acordamos en Junta eliminarlos cuando
enfermaran y yo como presidente y ellos como vecinos responsables es lo que
estamos haciendo.
"¡Qué sinvergüenza,
encima quiere hacernos creer que ama los árboles! ¡Qué cinismo! Con todos los
problemas que me causa por tener plantas en el balcón, sólo porque vivo encima
suyo."
—Señor, le vi echar salfumant
a la base de los tres troncos, usted hacía como si los regara, cuando en
realidad los estaba matando expresamente, vi salir humo del suelo. ¿Cómo puede
negarlo ahora ante todos?
—No te alteres, Jordi, y sobre
todo no hables así a un hombre mayor.
—Si, te ruego que moderes tu
lenguaje.
—No te indignes, por favor. No
es bueno para nadie.
—¡Este hombre está mintiendo!,
echó a propósito un mata árboles atroz y radical para destruirlos y tener la
excusa para quitarlos del jardín.
—Qué equivocado estás, Jordi,
mentir no forma parte de mi manera de ser. Destruir un ser vivo... ¿A quién se
le podría ocurrir semejante barbaridad? Sólo a una persona enferma. Desde
luego, a mí, no. El día ese de que hablas estaba echando abono, sólo eso. Eres
un vecino conflictivo, si me permites que te lo diga, te gustan demasiado las
plantas y poco las personas.
"Me repugna este tío. Su
sonrisa de buen hombre viejo esconde un ser mezquino que no duda en denunciarme
a la policía por cualquier incidencia que no le guste, ¿cuántas llevo, tres,
cuatro? Se esconde en las buenas formas, en el lenguaje amable, en una sonrisa
tolerante, el ceremonioso le cae que ni pintado, qué cabrón, un perfecto
hipócrita."
—Hasta que llegó usted, aquí
nadie era conflictivo, señor. Si quería una excusa para quitar los tres árboles
del jardín reconozca que usted los mató. Estos chopos los planté yo hace nueve
años, y no había ninguna razón para quitarlos, salvo que a usted le tapaban las
vistas del mar desde su balcón. Sin embargo, los árboles estaban aquí cuando
usted compró el apartamento, señor. Con sibilinas palabras usted convenció a la
Junta para eliminarlos, reconózcalo, señor, porque a usted le molestaban.
"Estoy tartamudeando, lo
que me faltaba, nadie me va a creer, me tiemblan las rodillas, no puedo
evitarlo, como se den cuenta, estoy perdido. Hasta me cuesta respirar y se debe
notar. Por Dios, mantén el tipo. Me he puesto en un berenjenal... Con todo, me
he atrevido, bien, felicidades Jordi."
—¿Es necesario seguir
escuchando tantas sandeces seguidas? Vecinos, continuad vosotros desabrazando
la zona, sois testigos que me ha tratado poco menos que de criminal, es
intolerable, no voy añadir una palabra más, el silencio es la mejor respuesta,
me cambio y me marcho. Voy a denunciarlo por maledicencia ahora mismo a la
policía, esperadme.
—Tampoco te pongas así, Ricard,
no hace falta denunciar a nadie, estamos hablando, somos vecinos. Aquí nadie ha
ofendido a nadie.
"Qué cabrón, ahora hace
el papel de ofendido, el de víctima que busca castigar al agresor, me
desespera, el tipo sabe moverse en el escenario, lleva años de práctica y lo
sorprendente es que parece convencer a todos. ¿Se han vuelto ciegos? ¡Les está
manipulando en sus propias narices!"
—Señores, lo dicho, continúen,
ni una palabra más, con personas así hay que cortar de raíz. Necesitan un baño
de ley. Es lamentable, pero es así. Es inaguantable que con todo lo que estoy
haciendo por esta comunidad encima me traten de asesino. De juzgado de guardia.
Ahora mismo voy a denunciarlo. No insistan, es mi deber como ciudadano y
vecino.
"¿Será capaz de complicar
la vida a la vecindad por un asunto privado? De ese tipo tan quisquilloso me
puedo esperar cualquier cosa. Debería haberme callado...los árboles estaban
agonizando...He desenmascarado al carcamal. Eso sí, a mí no me engaña. En fin,
otra denuncia en ciernes. El juego continua."
—Feliz santo, Jordi, por
cierto.
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