martes, 1 de julio de 2014

Relato 14

                                       Tobías

Conozco un tipo que es un depredador y no trabaja en la Bolsa. Es un depredador sexual.  Se llama Tobías y es el tío más simpático que existe sobre la faz de la tierra en especial con las mujeres. Le van las jovencitas, las que rondan los dieciocho, no es propiamente hablando un pederasta. Verlo actuar es todo un espectáculo. Derrocha seguridad, mantiene cierta distancia calculada y cuando interviene las colma de lisonjas, las sitúa en el centro del universo, buscando sorprenderlas continuamente. Una vez conquistadas las desecha como si fueran un kleenex, es lo que hace siempre y ellas lo saben, están advertidas. Sin embargo, parece como si creyeran ser lo suficientemente hábiles como para romper el maleficio, como para seducirlo. 
     Es evidente que las hace sufrir, cuando las deja parecen guiñapos, se arrastran por la vida como larvas, adelgazan y enferman. Con todo, él se considera un tipo sincero, que no las engaña, alega que es un abejorro que va de flor en flor, que le van las mujeres en plural y que necesita demostrar su masculinidad. Y te lo dice tan campante y se queda tan ancho. Es un tipo peculiar, quizás único. Siempre va con la sonrisa en la boca, las ocurrencias brillantes, los chistes de doble sentido y sobre todo exhibiendo un buen humor envidiable. 
     Y el tío es una birria, es feísimo, alto y desgarbado, junta las rodillas para andar y tiene unos dientes incisivos que se pelean fuera de la mandíbula y hasta exhibe uno de roto. Lleva gafas gruesas, tiene puntitos negros alrededor de la nariz y un pelo oscuro crispado a lo afro. Conduce un Mini blanco con la bandera británica pintada en el techo, el bueno de Tobías, un auténtico adefesio, pero un ligón redomado, increíble.Últimamente se le ha visto con una morenaza impresionante de etnia gitana. 
    Enseña inglés en una escuela de Turismo, en verano ejerce de guía turístico y es lo que todos entendemos como un hombre de mundo, un hombre viajado. Es relativamente joven, debe tener unos treinta y tres años y está casado con una mujer que le soporta sus continuas infidelidades, pues como ella dice: acaba siempre volviendo, es así. 
     Le conocí hace un tiempo, en la escuela de Turismo, donde me encontraba de alumno, me suspendió el inglés un montón de veces, así fue como cogimos cierto aprecio y me interesé por su vida y sus hazañas. Lo acabo de visitar, está en la habitación ciento cuarenta y ocho, al parecer tuvo un accidente con el Mini, se dio contra las defensas de la autopista, fue un golpe brutal en extrañas circunstancias, salió despedido del coche, le seccionó los testículos, se los cortó de raíz, fue un corte limpio.

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