martes, 23 de diciembre de 2014

Relato 39

                                        Alguien

Esta mañana especial, bien temprano, alguien ha deslizado por debajo de la puerta de su casa la siguiente nota:
                 
                 Llega el invierno/ Con su luna creciente/ Amenazando.

        Cuando se levanta y lee el poema ya había amanecido. Con ojos legañosos y durante un buen rato se queda de pie, ante la ventana, con pijama y bata, mirando el cielo, implorándole una respuesta. Todo inútil, allí sólo habían azules, claros, sol radiante. Seré idiota, piensa. Entonces, empieza a balancearse de un pie al otro, al principio imperceptiblemente y

                 Sin decir nada/ rompe el maldito papel/  y engulle el verso.


        Imperceptiblemente —decía— ahí estaba ante la ventana del mundo, aún en pijama y bata, oscilando ligero sobre los talones cuando sin previo aviso y sin saber por qué se le humedecen los ojos y rompe a llorar, contenidamente, en silencio. Todo sin pensar, instintivo, irrefrenable como los días que pasan, como llega el invierno.

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